Cada ocho de enero: Cuando la escritura se vuelve hábito

Por Juliana Castañeda

8 de enero de 2023

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“Siéntese y escriba cualquier cosa,” me decía un profesor ante mi negativa a entregar los ejercicios creativos que nos pedía. Yo escuchaba atentamente la explicación de la primera parte de la clase y disfrutaba de su pedagogía para explicarnos las diferentes corrientes y estilos artísticos. Pero al momento de sentarme a escribir prefería dedicarme a echar chisme con algún compañero, revisar a escondidas el celular que era prohibido llevar al colegio, o incluso adelantar las tareas para el día siguiente. Cuando el profesor me reclamaba por mi aparente falta de interés, yo le decía que en ese momento no estaba inspirada para escribir. “La inspiración no existe,” solía repetirme, “escribir es como un deporte: se mejora con práctica y disciplina”. Y yo que nunca he sido buena para los deportes, pensaba.

A medida que fui creciendo y estudiando literatura me fui enterando de los hábitos de algunos escritores. Están los que siempre procuraban escribir en espacios públicos, en cafés específicos de las metrópolis. Los que escriben únicamente de nueve a cinco, como si tuvieran horario de oficina. Los que no empiezan a escribir sin antes haberse tomado un par de copas de su alcohol preferido. Y los que se obligan a producir escritos de cada género literario, como coleccionando saberes. De todas las costumbres que he podido averiguar hay una en particular que siempre me ha llamado la atención y que relaciono con la disciplina de deportista que sugería mi profesor: empezar a escribir una novela el mismo día cada año.

La mujer viva más leída en lengua española es la chilena Isabel Allende. A ella se le relaciona con la era post-Boom por su éxito en ventas durante los años 80s y 90s y la influencia de autores como García Márquez, en especial su novela Cien Años de Soledad (1967). El ocho de enero de 1981, Isabel Allende empezó a escribirle una carta a su abuelo que estaba en su lecho de muerte. Esa carta se transformó en La casa de los espíritus (1982), su primera y más exitosa novela.

Desde entonces, Allende adquirió el hábito –o el agüero– de empezar un nuevo libro cada ocho de enero. Así le ha funcionado para construir su extensa obra, tan criticada como galardonada, que ha sido traducida a 42 idiomas y ha vendido 73 millones de copias. En los últimos 40 años la chilena ha publicado alrededor de 27 libros, y actualmente, a sus 80 años, sigue siendo un éxito en ventas alrededor del mundo. El más reciente, Violeta, fue una de las novelas en español más vendidas del 2022.

A Isabel Allende yo la conocí luego de leer a la mujer más leída del mundo: J. K. Rowling. Una tarde en vacaciones del colegio, cuando terminé los libros de Harry Potter y pedí que me compraran más, mi mamá me dijo que más bien buscara algo en su biblioteca personal. Yo le hice caso, sin mucha fe en encontrar algo que me llamara la atención entre su colección de libros de religión y pedagogía. Finalmente encontré un pequeño libro blanco con apenas una palabra en el lomo: Paula. Desde entonces me interesé por la escritura de Isabel Allende. Quedé fascinada con esa novela epistolar que empezó a escribirle a su hija, visitándola en el hospital cuando cayó en coma, un ocho de enero de 1992.

Después de casi diez años leyendo a Isabel Allende he aprendido a valorar el escribir cartas para los seres queridos, el transformar la historia familiar en historias dignas de contar, y el pensar en complejos personajes y linajes femeninos. Hoy, ocho de enero, escribiendo este texto en la casa de mi tía en la Florida, me siento influenciada por Allende, mientras ella seguramente está en su casa en California empezando una nueva novela. Me siento inspirada por ella, esforzándome por desarrollar su misma disciplina de deportista y rogando por la inspiración necesaria para seguir escribiendo. Me siento cercana a ella, pensando en que quizás aquel día en que encontré entre la biblioteca de mi mamá la carta que le escribió a su hija, no era un día cualquiera de vacaciones, sino un ocho de enero.